domingo, 1 de enero de 2012

RELEYENDO

Estaba yo hoy, releyendo mi borrador de los relatillos de estos días y me he acordado de nuevo del Llevant a vela del que comentaba ayer.Se me olvidaba relatar la prueba del aparejo y ver si la situación de la orza abatible era correcta.
Acudimos a la rampa del varadero del antiguo náutico y allí procedimos a la botadura y arboladura de aquel prototipo.Elegimos a un regatista de la época  para la prueba, una vez en el agua, se subió, izó las velas, metió la orza y timón, se separó del muelle y a los pocos metros empezó a vociferar y soltar improperios. El velero no gobernaba, escoraba  cada vez más a una y otra banda, los pies ya a remojo, los camales de los pantalones "idem".
Aquellos barquitos tenían a popa un tapon enroscable para poder vaciar alguna entrada de agua por la caja de la orza ó por las juntas del suelo de aquel doble casco ó por simple condensación de agua.
Con las prisas, nadie se dió cuenta de que el tapón no estaba, obviamente el agua entró muy a gusto en el doble casco y llegó a rebosar por la junta del suelo con las bordas de aquel casco.
Localizamos el tapón, se vacio el barco y aquello funcionó, la situación de la orza , pura intuición,  fue acertada, así como el tamaño de las velas, supongo que para muchos aquellos barquitos sirvieron para iniciarse en la navegación a vela.
El que sienta curiosidad que sepa que un casco de estos está aún a flote en el varadero de Sa Playa.El que lo quiera ver que pregunte a Manolo el maestro.

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